sábado, 11 de octubre de 2008

Lota


En el post anterior mencioné la lota como un hábito a seguir por los riníticos. Es uno de estos temas que tengo pendientes de escribir desde hace tiempo, así que aprovecho y lo dejo ya.

La lota es un instrumento parecido a una tetera, que dentro del yoga tiene una función muy importante: jala neti (o limpieza nasal). Es uno de los kriyas o purificaciones básicas de mantenimiento "yogui", si queremos que en nuestro cuerpo entre la energía vital o prana es necesario que éste se mantenga en perfecto estado. El lavado nasal se asocia con el bienestar del chakra frontal y de todos los canales de energía del cuello y cabeza, por lo que se considera imprescindible para sanar cualquier problemática de la zona.

En realidad, los occidentales también hemos hecho uso de los lavados nasales. Mi madre me ha dicho muchas veces que mi bisabuela cada mañana se lavaba la nariz con agua tibia y sal, solo que a la "española", manteniendo el agua en la mano y sorbiendo fuerte. Mi abuela me preparaba un "cuenquito" con agua tibia y sal siempre que me resfriaba. Personalmente no me gusta nada este método, desde pequeña me daba rabia porque de sorber tan fuerte (para que limpie hasta el fondo) te acababa doliendo bastante, como cuando se te mete agua en la nariz estando en la piscina. El acto de tener que "respirar agua para limpiarse" me parece un poco violento. Con la lota es mucho más suave el asunto e igual de efectivo (gracias, yoguis, por hacerme la vida más agradable).

Creo recordar que también existen "perillas" para hacerlo. Vendrá a ser lo mismo. Pero yo en casa tengo la lota, así que me centraré en ello.

Tengo que decir que lo de los lavados nasales lo recomiendo a todo el mundo. A los
mártires de la rinitis vasomotora como yo, es mejor que lo hagan a diario. Los demás pueden alternar los días, no sé, dos o tres veces a la semana. Es una práctica totalmente segura, sin contraindicaciones y sin efectos secundarios no deseados. En los años 70, un tal Dr. Caycedo, que viajó a la india y quedó prendado de la terapia ayurvédica (medicina india), comenzó unas investigaciones junto con un otorrinolaringólogo barcelonés, el Dr. Campmajo, en las que demostraron los beneficios de esta técnica sobre el estado de la mucosa nasal. Según he leído, Campmajo llegó a la conclusión de que la limpieza natural e higiénica realizada con la lota mejora las funciones nasales, entre las que cita “las funciones respiratoria, olfativa, gustativa, auditiva, de fonación, de humidificación, de drenaje lacrimal, de recalentamiento, de defensa o de protección, de filtro, de vehículo de los medicamentos...". Entre sus observaciones también destacó que resulta notablemente eficaz para todos los problemas de nariz, garganta y oídos en general. Además, es excelente en casos de fiebre del heno, alergias, sinusitis, ronquidos, resfriados y catarros, pérdida de olfato, dolores de cabeza y de garganta, contaminación por polvo, humos, tabaco...

Vamos, que está bastante bien. La cosa es hacerlo a menudo. En casos de rinitis vasomotora esto es fundamental, si no, no funciona. Si se hace solo durante un catarro para sacar los "mocos verdes" se puede hacer varias veces al día.

La primera vez que se hace puede parecer un poco raro, te ves delante del espejo con una jarra metida por un agujero de la nariz y por el otro ves como sale el agua. Es muy ridículo, pareces una fuente humana. Pero es cuestión de acostumbrarse.

Instrucciones de uso:

Hay que llenar la lota con agua tibia. Creo que es importante cuidar que este agua no sea del grifo sobre todo si se hace a diario, teniendo en cuenta que se trata de limpiar la mucosa no tiene sentido hacerlo con agua con cloro, cal, alguicidas y bacterias muertas. Agua buena, de botella, filtrada o de ósmosis. Después hay que echarle una cucharadita (tamaño café) de sal marina gruesa (me acabo de enterar que la fina es peor) y remover hasta que se disuelva.

Lo podemos hacer en el lavabo o mientras nos duchamos. Hay que introducir el pitorrito de la lota en un agujero de la nariz e inclinar la cabeza para que el agua salga por el otro. Se puede respirar por la boca mientras tanto. Cuando se retira la lota, se aprovecha para echar aire con fuerza hacia fuera (saldrá de todo si estáis malitos). Se repite la operación hacia el otro lado. Luego se inclina la cabeza hacia atrás y se introduce agua por un agujero. Esto sirve para que llegue mejor hasta el final de las fosas nasales posteriores. Lo suyo es aguantar hasta que se llenan, luego te inclinas hacia adelante y dejas que salga todo el agua. Y se hace también con el otro agujero. Al final hay que expulsar aire por la nariz, muy fuerte, para que salga todo el agüilla que quede.

He leído que se puede hacer también con agua fría, que tendrá un efecto tonificante. Supongo que el agua tibia es más para sacar impurezas. También hay quien le añade alguna esencia - ¿lavanda? ¿tomillo? ¿eucalipto?. Yo prefiero solamente agua y sal. Si alguien opta por ponerse esencias, que se entere bien de los posibles efectos que puede tener, la pared de las fosas nasales está muy vascularizada, fácilmente entrará en el torrente sanguíneo (muchos medicamentos y drogas se toman por ahí). Además, podría irritar.

Para los más vagos, que sepan que existen sprays de agua de mar, aunque he de decir que no tienen ni punto de comparación con la eficacia de la lota. Los que tengan rinitis vasomotora que sepan que sale el agua a presión súper fría, y les puede poner incluso peor.

Bueno, no se me ocurren más consejillos. Hasta otra.

sábado, 4 de octubre de 2008

Rinítica perdía


Hoy es uno de los días buenos de la semana (y encima es sábado), no estaría escribiendo un post si no fuera así. Cuando estoy mal no sé ni dónde meterme, siento que la cabeza me va a estallar y cualquier roce me molesta, hasta un pelo sobre la cara, la ropa. La congestión hace que mis ojos no soporten la luz y se me quedan medio cerrados y llorosos, me entra un sopor gigantesco, me vuelvo torpe. Mi nariz inflamada se convierte en una fábrica de mocos líquidos, capaces de inhabilitar un pañuelo en pocos segundos. No paro de estornudar, una y otra vez, y cada vez que estornudo aumenta la congestión. Cuando llego a este punto, lo único que quiero hacer para aliviarme es meterme herméticamente en la cama para estar calentita, con un pañuelo en la mano y un paquete en la mesita de noche.

Mi bolso, mi cuarto, mi cama, mis bolsillos, las mangas de mis camisetas.... hay pañuelos arrugados por todas partes.

Es la rinitis vasomotora o, como yo la llamaba antes, mi alergia al frío. Llevo conviviendo con ella unos cuatro años y todavía me coge desprevenida. Si apoyo un pie en el suelo nada más levantarme, o me dejo el pelo húmedo, o me entra fresquillo entre el pantalón y la camiseta, si me siento sobre algo metálico y frío, si dejo la ventana abierta mientras estoy con el ordenador.... Como me pille el día malo, suelto el primer estornudo de aviso y ya me puedo aligerar en ponerle remedio porque si no estoy perdida: todo el día con la santa rinitis, los mocos y los pañuelos colgando.

En mayo me hicieron mil pruebas alérgicas y no soy alérgica a nada. Mi alergólogo lo diagnosticó como rinitis vasomotora y ni me molesté en volver al otorrino que me dijo que como fuera eso me acostumbrara, porque no existe solución. Es una de las enfermedades modernas de las que aún no se conocen las causas que la provocan, lo único que se sabe es cómo reacciona el cuerpo. Hay teorías que dicen que puede ser por toxicidad por la contaminación, por una alimentación desnaturalizada (químicos, alimentos procesados...) pero de momento la "ciencia occidental" no se moja. A veces se pasa con los años, a veces no.

En realidad no estoy preocupada porque Jordi, un profesor mío, me dijo que con naturopatía (o acupuntura u homeopatía) se trata y se cura, así que estoy deseando cobrar el mes que viene para meterme en la clínica de mi academia a ver qué me dicen.

Pero os aseguro que es un latazo. Te inhabilita totalmente y quedas como aislado del mundo, y lo peor es que tienes que seguir trabajando a pesar de todo, porque puede durar media hora, medio día o dos días, nunca se sabe. Si cogiera una baja cada vez que me da (una vez a la semana, seguro) mi jefe me acabaría despidiendo. Así que imaginadme detrás del mostrador de mi tienda:

- Aaaaachiiiiiiís!! (pañuelo, nariz roja, ojos de moribunda)
- Uy, vaya trancazo que has cogido.
- Nho señora, es unha especie de alergia que me enhtra.
- Sí, es que como no llueve se levanta todo el polvo...
- Sí, sí. Aaaaaa... Aaaaaachiiiiís!!! (pañuelo mojado, hay que apurar) Pues para hacerse enjuagues bucales, lo mhejor es el tomhillo, que es muy anhtibiótico, tomhe. Achiiiiiís!! (bolsa de tomilllo empapada, una clienta menos, lo sé)
- Creo que tengo en casa, déjalo, anda cóbrame lo demás.

¿Por qué me pasa a mí esto? En eso estamos, y estoy recopilando teorías propias y adquiridas leyendo de aquí y allá. De momento os dejo a los riníticos vasomotores (¿por qué no hacemos un club?) unos consejillos que me han ido bien.

1. Pañuelos de tela. Aunque nunca tengo preparados porque soy un desastre, son mucho más suaves y duraderos. Los de papel se rompen y se queda todo lleno de virutas, por no hablar del papel de wc. Además, con los blanqueantes y la propia textura del papel, al rato te dejan la nariz destrozada, tanto, que puede empezar a escocer y a hacer heridas. Pañuelos de tela, en abundancia. También hay una marca de pañuelos de papel que son como de celulosa, biológicos de la marca "Naturae", los distribuye Biocop, por si queréis pedirlos en la "tienda bio" que tengáis más a mano. Son una pasada, la textura es súper suave, no irrita la nariz y he descubierto que son lavables.

2. Lota y agua salada. Sobre la lota habría que escribir un post entero (lo haré). Es como una tetera para hacerse lavados nasales. Es un invento de la medicina ayurvédica que utilizan desde hace siglos los yoguis. La cosa es hacerse cada mañana lavados con la lota y agua salada para que la mucosa esté hidratada y tonificada. Es muy gracioso, hay que meterse un "pitorrito" por un agujero, inclinar la cabeza y dejar que salga el agua por otro. A mi me funcionó de manera mágica hasta que la dejé de usar y me volvió la rinitis. Nunca encuentro tiempo pero tengo que volver a usarla. Es un mantenimiento que hay que hacerlo a diario, una vez te coge la congestión ya no sirve (al menos a mi) . Hay que hacerlo todos los días, aunque te levantes bien y creas que no te va a dar.

3. Hacer ejercicio. Cuando activamos el sistema nervioso simpático, las fosas nasales se abren para que entre más aire. He comprobado que si estoy con la rinitis y empiezo a hacer una actividad, o tengo mucha prisa o me pongo a correr, se me pasa. No vale con un intento de 5 minutos, porque volverá la congestión. Lo malo de esto es que no te puedes poner a mover en cualquier sitio, pero probadlo un día. Poneos un chandal y salid con la rinitis a correr a la calle, veréis como se pasa. Si se hace bien, ya no te vuelve hasta la próxima vez que te enfríes. Así que no os quedéis parados con el sudor porque al enfriarse vuelven los estornudos.

Este último consejo no es muy práctico, pero entendedlo como un experimento para observar vuestro cuerpo. La rinitis vasomotora se explica como una inestabilidad en la inervación de las fosas nasales, normalmente reina el sistema nervioso simpático, y los riníticos digamos que, pasamos del simpático al parasimpático con mucha facilidad, sin control. Por eso supongo que funciona lo de la lota, porque cuida la mucosa de las fosas nasales en las que están los nervios que la gobiernan, por decirlo así.

Seguiremos investigando. A cuidarse