lunes, 9 de agosto de 2010

Peeling casero


Tengo pensado hacer una sección de cosmética natural, que cada vez estoy más enteradilla, a ver cómo sale.

Como primer post, os dejo una receta de un peeling muy fácil y muy efectivo. Me lo enseñó mi madre hace mil años para suavizarme las manos y la verdad es que aluciné. Simplemente es aceite y azúcar. La receta de mi madre era con aceite de oliva y aunque va muy bien (el aceite de oliva tiene unas propiedades hidratantes increíbles) os dejo una versión mejorada.

Necesitamos:

- Un recipiente (con tapadera si la cantidad nos dará para varios usos)
- Azúcar (morena o blanca, lo importante es que el tamaño del grano no sea muy grueso)
- Aceite vegetal de primera presión (de oliva, almendra, coco, albaricoque, argán...)
- Aceites esenciales -opcional- (sólo unas gotas si es para camuflar el olor del aceite vegetal, quién sepa utilizarlos puede aprovechar para crear una fórmula en concreto)

Se echa el azúcar en el recipiente y se añade el aceite hasta que lo cubra (en mi caso he utilizado de oliva y argán). Yo he añadido un poquitín de aceite esencial de lavanda porque el olor del argán y la oliva me recuerdan mucho a la cocina y no me acaba de convencer el oler a ensalada. Además la lavanda por un lado es relajante y por otro regenera la piel (sobre todo de quemaduras, en verano es un buen complemento del aftersun o del aloe). Se mueve todo para que se empape el azúcar y se mezclen bien los aceites. Listo.

Si sabes de aromaterapia, puedes aprovechar para hacer tu fórmula personalizada y sacarle más partido, por ejemplo con una fórmula anticelulítica, o reafirmante, o regenerante...)

Es un peeling corporal (para la cara buscaríamos un grano más fino) y se aplica en seco (si la piel estuviera mojada el azúcar se disolvería en el agua y no haría efecto). Lo suyo es empezar por los pies e ir subiendo poco a poco, masajeando bien las zonas más rugosas (talones-rodillas-codos) y sin prisas, para que aceite se absorba bien e hidrate más. Cuando estés pringada de arriba a abajo (que tampoco hay que pasarse, la gracia está en el masaje, no en la cantidad), a la ducha para enjuagar con agua. Lo suyo es no utilizar jabón, ya que se llevaría el aceite por completo y viene bien esa hidratación. Sólo retirar con agua y secar (si le tienes mucho aprecio a la toalla, mejor retira con jabón el aceite). Te deja la piel MUY SUAVITA, no me cansaré de recomendar este peeling nunca.

En verano es muy bueno encontrar un hueco a la semana para hacérselo, retira células muertas, activa circulación, hidrata y prepara la piel para el sol. Eso sí, no ir a la playa justo después de hacerlo, casi todos los aceites con el calor y la luz del sol pueden ser perjudiciales para la piel, te pueden provocar manchas o es que directamente te fríes como una patata.

¡Que lo disfrutéis, merece la pena!

sábado, 31 de julio de 2010

Culpables

La salud está de moda. Esto es así. Lo vemos en los anuncios de la tele, en las revistas, en la proliferación de herboristerías y centros de yoga. Aunque tampoco se trata de algo novedoso, claro, es ahora cuando se están creando muchas más redes, libros, blogs y negocios sobre la importancia de buscar la salud. Y existen todo tipo de vías, desde las más puristas basadas en la alimentación y el higienismo, hasta otras más parecidas conceptualmente a la alopatía, como la suplementación natural (en vez de tomarme un analgésico, me tomo harpagofito).

Y me parece bien, es decir, lo veo normal en el contexto en el que estamos, rodeados de cemento y con las defensas y la moral por los suelos. Veo muy lógico y legítimo que cada cual busque la manera de ser más feliz y de potenciar su salud. Es verdad que es una pena que se ponga en venta la naturopatía (cuando es una cuestión de información y de hábitos) y haya surgido un mercado alrededor (del que formo parte, por cierto) pero me parece bueno dentro de lo malo... De todas maneras éste sería otro debate que no es el que ocupa el post que yo quería escribir, aunque está relacionado.

Yo quiero escribir sobre algo que me inquieta un poco en este mundillo natural en el que me muevo y que hace tiempo que llevo dándome cuenta. Se trata de la presión social y personal que arrastra el ideal de estar sano. Creo que es una de las consecuencias más negativas de todo esto, y que es algo que se opone directamente con el objetivo de cualquier hábito, dieta o terapia natural.

El "no cuidarse" genera mucho estrés. Y por supuesto que esto depende de cada persona, pero está todo muy bien planteado para que diferenciemos el bien del mal, lo que debemos comer de lo que no, lo que debemos hacer de lo que no, LO QUE DEBEMOS PENSAR DE LO QUE NO. Y lo digo como la primera estresada, que conste, que cada día me dedico mi ratito mental de tortura para pensar qué debería haber hecho hoy a favor de mi salud y que no. Y es difícil darse cuenta de que te estás presionando a ti mismo en muchos casos y muy fácil leerse otro libro sobre alimentación sana. Pero estoy en el mundillo y es que es verdad que se castiga mucho al mal hábito. Como ejemplo muy extremo, os diré que estoy en unas clases de cocina energética y que un día de práctica en cocina una chica se equivocó en la receta y casi se puso a llorar de lo que le iba a decir la profe al darse cuenta. Fue algo lamentable, la verdad, que una persona que paga un curso de cocina sana sienta esa presión estando allí. Pero también la entiendo, porque nos mete mucha caña la profe y hasta ridiculiza en público a sus alumnos. Es así, a mí me la jugó en una clase porque le dije que cuando salía bebía cerveza y estuvo haciendo chistecitos desde entonces. Cada vez que se habla del alcohol me hace un comentario y la gente vuelve la cabeza sonriente a mirarme... Tiene cojones o no. Y como esa historia tengo mil. Pero bueno, esto es un extremo, ya digo.

La cosa es que esta búsqueda de la salud debería hacerse de una manera libre, no deberíamos sentirnos mal si no la llevamos a cabo, si nos saltamos las reglas. Creo que es más perjudicial el sentimiento de culpa que beber cocacola, que fumar o que comer patatas fritas con ketchup. Esto ocurre también en otros campos ideológicos y políticos, en los que cumplir unas normas acaba siendo más importante que el hecho de buscar nuestras propias respuestas, sin presiones, simplemente con interés y entusiasmo. Lo que pasa es que en el campo de la salud, esta actitud moralista y castigadora (ya venga el castigo de dentro o fuera) es contradictoria al ideal que se predica, y se convierte en algo absurdo... Y deja de merecer la pena, al final.

miércoles, 19 de mayo de 2010

Beberse el mar


De vuelta al blog (al menos por hoy), he pensado escribir un post acerca del agua de mar, ya que fui a un seminario el sábado pasado y he comenzado a hacerme una cura con "plasma marino". Conozco la terapia con agua de mar desde hace unos años, pero a decir verdad, hasta ahora no acababa de verle sentido.

Supongo que las propiedades del agua de mar son muy conocidas por casi todos. Ya sabéis, es cicatrizante, remineralizante, indicada sobre todo para problemas oculares o de piel como dermatitis u hongos. Lo que no es tan conocido es su uso interno, que es a lo que voy.

Se ha vuelto a poner de moda esta terapia, el agua de mar como bebida isotónica que restablece el equilibrio a nuestro cuerpo, con la frase "El mar cura todos los males del hombre", de René Quinton, colgando en los escaparates de los herbolarios. Se nos presenta como remedio milagro para todo, indicada tanto para deportistas como para embarazadas o para enfermedades de tipo crónico... O casos agudos como gastritis, colon irritable, fiebre... Para todo. Y quizás sea este aspecto el que hace desconfiar a mucha gente de su eficacia (incluso a mí misma). ¿Es posible que realmente sirva para todo?

Quizás lo más correcto (o prudente) sería presentarla como un trabajo " de terreno", basada en los principios de la oligoterapia. No se trata de acabar con una enfermedad en concreto, sino de fortalecer el organismo. Es el pilar básico de la naturopatía en comparación con la alopatía (que apuesta por la teoría de Pasteur, centrada en combatir agentes patógenos).

¿Y por qué agua de mar?

Hay que aclarar que aunque también se administre agua de mar tal cual, esto es, en su solución hipertónica, lo interesante es tomarla diluida con agua dulce en una proporción similar al plasma humano. En la proporción que se encuentra en nuestro cuerpo, en nuestras lágrimas y entre nuestras células. El 70% de nuestro cuerpo es agua salina, es nuestro "medio interno". En él, las células realizan sus funciones vitales y se nutren de los minerales que lo forman. No se trata sólo de agua y cloruro sódico, sino de otros componentes como potasio, calcio, magnesio, cobre, hierro, que se encuentran en forma de trazas. In vitro, si pusiéramos leucocitos flotando en agua de mar isotónica (diluida), éstos vivirían 21 días, su ciclo vital, frente a las dos horas que aguantarían en suero fisiológico. En Francia, a principios de siglo se administraba agua de mar isotónica intravenosa hasta que las autoridades sanitarias exigieron que debía estar esterilizada y fue prohibida (al esterilizar el agua de mar pierde sus propiedades). Por supuesto, no voy a cuestionar esta medida, simplemente quería recoger el hecho de que se utilizara en hospitales públicos. Hasta 1984, el agua de mar vía oral entraba dentro de los servicios de la seguridad social francesa.

Pero bueno, que me voy por las ramas. Lo que yo quería expresar sobre todo es la facilidad de absorción que tiene esta bebida y lo pronto que pasa a sangre y riega nuestros tejidos. Es lo que me parece más espectacular. Cada vez que fumamos, por ejemplo, las sustancias nocivas corren por nuestras venas, pasan al espacio extracelular y contaminan este medio. Nuestros tejidos se ven afectados, nuestras células literalmente se "comen" el petróleo. Esto es algo aceptado por todos, sabemos que aumenta el riesgo de cáncer al dar a las células mala "información". Ahora bien ¿Y si lo que aportamos es agua de mar isotónica? ¿No estaremos renovando y limpiando este medio interno? ¿No estaremos mejorando la calidad de nuestros fluídos? ¿No influye, por tanto, en la salud de las funciones celulares?.

Por eso es un "curalotodo", ¿no?