jueves, 29 de noviembre de 2007

Los caracoles y mis dilemas

Bueno, un temita difícil para mí que me planteo ultimamente...

Para los que no sepan mis antecedentes, soy vegana. Vegana por una cuestión ética, no por dieta. Cuando dejé de consumir y usar productos animales (hace dos años, el día 21 fue "mi cumple vegano"), me importaba poco la salud, lo mío era adoptar un modo de vida consecuente con los nuevos principios que había descubierto, que respetaban la vida de los animales (¡Revolución Vegana!). Por supuesto, ésto lo sigo manteniendo, aunque ya no lo predique con la misma intensidad. A pesar de estar ya informada sobre temas de alimentación para aplicarlos en mi día a día, me pareció interesante seguir adelante y conocer a fondo qué ocurre en nuestro cuerpo y qué otras alternativas hay a la medicina alopática, y en poco tiempo, me vi trabajando en una tienda de productos naturales (cosmética, alimentación, suplementación...) y estudiando naturopatía. Y estoy disfrutando un montón, la verdad, es un terreno en el que me encuentro muy cómoda y en el que creo que merece la pena indagar. Además combino la teoría de clase con la "práctica" en el curro, así que estoy muy entretenida con el tema.

El caso es que gran parte de mi decisión de apostar por este camino, fue porque la naturopatía ofrece muchas posibilidades de que el veganismo y la salud (prevención y enfermedad) puedan "convivir". Muchos de los tratamientos son con plantas o terapias que no implican la muerte de otro animal, por ejemplo... Pero por supuesto sabía de antemano que la naturopatía no es sinónimo ni mucho menos de veganismo y que tendría que aprender y estudiar otras soluciones "no veganas", ya contaba con eso.

El otro día en clase, hablábamos de los alimentos ricos en cobre y resulta que si comes caracoles te aseguras una fuente fiable de cobre. El tema de los caracoles derivó al uso de la "baba" de caracol, que es muy cicatrizante por contener helicina. Se utiliza tanto para la piel como para la cicatrización de úlceras de estómago, y por lo visto es muy, pero que muy eficaz. Hay dos maneras de hacer el tratamiento, una es beberse en ayunas (de quince a treinta días) las babas que tres caracoles, purgados con anterioridad, dejen en medio vaso de agua tapado durante la noche. La otra consiste en enterrar a cuatro o cinco caracoles en mitad de un tarro con azúcar, y tras quince días, tomar por las mañanas en ayunas (también de quince a treinta días) una cucharada de la "melaza" que se forma en el tarro, quitando por supuesto, los caracoles muertos que haya dentro. El que pueda superar su asco, consigue una recuperación sorprendente, al parecer.

Claro, aprender esto en clase no me supone ningún problema, lo chungo es imaginarme en una clínica recetando tratamientos de este tipo. No sé donde acabaré, no sé si me dedicaré a la naturopatía profesionalmente, si tendré una tiendecita-herbolario, o si trabajaré en una revista, pero en todos los casos se plantearán situaciones en las que yo sepa remedios muy eficaces que dependan de la muerte o uso de un animal, y en las que yo seré la única a quién le importe buscar otra alternativa. Un paciente me diría: "me importan un carajo los animales, dame lo más bueno para mí" ¿y no sería esa mi responsabilidad?. Ya me pasa en la tienda... jalea real, cartílago de tiburón, aceite de pescado azul... solo que ahora tengo la excusa de que tengo que cumplir con mi puesto de dependienta y aconsejar los mejores productos que tengamos, sea cual sea su origen (afortunadamente, gran parte son vegetales...).

Supongo que aunque yo informara a un paciente de las distintas alternativas, con sus "pros" y "contras", la decisión final la tomaría la otra persona, no puedo obligar a la gente a vivir de manera vegana... En el caso de la úlcera estomacal, por ejemplo: sé que también el aloe vera es cicatrizante (se puede tomar en zumo o gel), creo que la arcilla (la preparada para ingerir) también cicatriza, pero no tengo ni idea de su eficacia comparada con la baba del caracol ¿y si existe una diferencia considerable para una recuperación adecuada? ¿Qué papel tendría que asumir?

Buf, es un tema peliagudo para posicionarme ahora. De momento me limito a aprender, que es lo que me toca. Así que lo dejo aparcado, supongo que es de locos marearme con ésto tan pronto.

Ah, una cosa. Espero que en los comentarios no se abra un debate sobre los derechos de los caracoles, es un ejemplo, no os quedéis en la superficie. La raíz del asunto es otra, el choque entre unos principios y el uso de una recomendación que se oponga a ellos. Puede que haya gente que al leer este post se escandalice por que yo quiera dejar a los caracoles en paz, así que pido por favor que nadie se desvíe del tema para sacarle punta a un detalle (pero qué digo... ¡si apenas tengo lectores! jajajaja)

Mensaje pre-navideño

Me ha hecho mucha gracia esta viñeta. Hoy me he decidido a escribir un post sobre el consumismo pre-navideño y tenía preparada otra imagen, también de Miguel Brieva, pero ésta me ha gustado más... ¿Acaso no es éste el mensaje con el que vamos a ser bombardeados hasta enero? USTED ES FELIZ Y PUNTO, así es mucho más llevadero no parar de comprar.

Estamos quizás en ese momento de contención colectiva justo antes del gran derroche. Ayer cuando me bajé del tren y subí a la superficie, me encontré el centro lleno de lucecitas (que no niego lo bonito que se ve todo, pero...), los escaparates ya están sacando la nieve artificial para vendernos sus productos, las grandes empresas contratando a estudiantes para llenar sus locales de empleadosEXTRAexplotados, las compañías de telefonía lanzando ofertas para llamar más barato y renovar el móvil, las grandes superficies colocando los artículos en un lugar estratégico, los restaurantes, carnicerías, pescaderías , etc, ya ofrecen los mejores ejemplares de cochinillos, gambas, pulpos y pavos (decorados con guirnaldas, POR SUPUESTO, que nadie se ponga a pensar en lo macabro que resulta), las revistas empiezan a seleccionar jovencitas famosas semi-disfrazadas de Papá Noél para ponerlas en portada, las tiendas de ropa nos avisan de que "compremos el traje de fin de año y todos sus complementos YA" (a ver si por lo que sea no estamos listas, que puede ser desastroso). Uf.

Y es que la que se avecina no es para menos. Da un poco de miedo pasearse por la zona comercial de la ciudad y encontrarse a todo el mundo haciendo lo mismo, como un rebaño dirigido, como zombies casi. Y si ésto desgraciadamente ya es visible en cualquier otra época del año, en la pre-navidad es mucho peor, hay un desenfreno y una contaminación visual altamente palpable por todo aquel que mire un poco a su alrededor.

A ver, tampoco quiero ir de "troll de la navidad", a mí la navidad siempre me ha gustado y ahora más que es cuando puedo bajar a ver a mi familia... Pero no nos engañemos, la navidad que se respira en el ambiente es la que interesa que tengamos, basada básicamente en gastar para tener "lo mejor", el mejor regalo, la mejor cena, el mejor vestido, la mejor pantalla plana para ver a Ramón García con su mejor capa... y normalmente (y lo más penoso) es que ¡funciona!. La gente resulta que encuentra esa Feliz Navidad en todos los productos que se venden ¿no?. Pues ya está, si somos felices ¿para qué pensar en maldades sobre la publicidad y el "no parar de comprar"?.

En fin, no me apetece seguir escribiendo del tema del consumismo navideño (en realidad todos sabemos ya lo que hay ¿no?) pero me parecía "mu propio" aprovechar este momento, antes de la "estampida". Así que hago un llamamiento a la manada para aquellos que no quieran seguir al resto (por favor... ¿de dónde me sacaré yo estas metáforas tan pedantes? jajajaja, no pienso quitarla, que yo soy "mu digna")

Y para terminar con algo de positivismo, os dejo un enlace sorpresa.

viernes, 23 de noviembre de 2007

Sentido común, ciencia y filosofía oriental


Para todos aquellos que quieran informarse sobre nutrición, os recomiendo un libro muy interesante. Se llama "El equilibrio a través de la alimentación. Sentido común, ciencia y filosofía oriental". La autora es Olga Cuevas Fernández (doctorada en bioquímica por la Universidad Complutense de Madrid, especialista en nutrición y salud por la Universidad Politécnica de Madrid, con estudios realizados sobre naturopatía y filosofía oriental en el Centro de estudios holísticos de la asociación Este-Oeste de Navarra. Colaboradora de distintas universidades relacionadas con el ámbito de la nutrición y actual docente de la Institución la IFP Sanitaria Roger de Llúria de Barcelona). El libro lo publicó el mismo centro donde ella trabaja, Roger de Llúria, pero puede encontrarse en muchas librerías, tiendas de dietética o herboristerías.

En el libro, Olga Cuevas compara y mezcla dos visiones de la nutrición, oriental y occidental. Cada cultura tiene una metodología distinta para entender la vida, en occidente reina el análisis fragmentado de las partes de un todo y en oriente se tiende a considerar la visión total del individuo, integrando a éste en el cosmos y relacionando cada factor que le influye y le supedita al mundo.

Es realmente asombroso (para los que no teníamos ni idea, claro), la calificación de los alimentos según su energía vital y las tensiones expansivas contractivas que poseen, (yin-yan). Hay alimentos yin, que expanden nuestro organismo y sus funciones, y alimentos yan, que lo contraen. Lo recomendable es saber cómo son los alimentos que comemos para poder tener un equilibrio y por lo tanto, salud. Es curioso comprobar cómo en la visión occidental después de analizar los alimentos según sus nutrientes y sus efectos en las células, se llegan a las mismas conclusiones de lo que es una dieta saludable. El libro te da una visión mucho más holística sobre el tema, ya que reúne las dos partes. Es muy interesante, repito.

Personalmente, me hubiera gustado una mayor extensión de la visión oriental, la verdad es que me dio pena cuando llegué a la parte de "las claves occidentales", que es mayor (vitaminas, lípidos, enzimas...), pero vamos, que no es ninguna queja, el libro es muy completo.

Pueden encontrarse también otros capítulos en el libro, como la planificación de dietas equilibradoras, la gestación y el cuidado de bebés sanos (ella es mamá, y el libro está dedicado a su madre y a sus dos hijas, haciendo referencia a ellas como su "laboratorio viviente", qué cosa más tierna), la alimentación para deportistas y durante la tercera edad, la cocción de los alimentos para que sea saludable (esto es muy importante), y recetas.

Además te enteras de muchas cosas, por ejemplo en qué consisten los procesos de conservación de alimentos y el mito de la leche de vaca (¡utilicemos el sentido común!), entre otras cosillas... tampoco quiero destriparos el libro.

Nota para los veganos: No es un libro vegano, aunque tiende muchísimo a eliminar los productos animales de la dieta. No lo rechaceis, que merece la pena.

domingo, 18 de noviembre de 2007

Enfermos de tanta salud

Ayer por la mañana, le ofrecí a una mujer, después de atenderla en la tienda, una revista mensual que solemos dar a los clientes. Es una revista que además de publicitar distintas marcas (que es de lo que se mantiene) y a la misma empresa (supongo que su objetivo principal), trata de fomentar los hábitos saludables y el equilibrio. Normalmente todo el mundo la acepta, a no ser que ya la tenga en casa (después de unos meses he podido comprobar cómo hasta hay lectores fijos de la revistilla en cuestión), pero esta mujer rechazó mi oferta exclamando un "No, ¡por Dios!, que no quiero volverme loca, no quiero acabar obsesionándome por la salud, no quiero acabar como una hermana mía."

Me quedé un poco cortada, con la revista en la mano y mi sonrisa "mustia" de no saber qué decir en ese momento, más por una cuestión de inercia al atender que por una falta de recursos (vamos...). Creo que dije algo así como: "jeje, bueno, como quieras", pero en realidad me entraron ganas de hablar un rato con esa mujer sobre la salud, sobre la revista y... ¡sobre su hermana! (mi lado cotilla me puede) ¿Qué le pasaría? ¿Se trataría simplemente de una persona que lleva una vida sana o realmente sería uno de esos casos de obsesos por la salud de los que se habla últimamente? (está en boca de todos, sí, sí, sí, la gente no habla de otra cosa en la calle).

Me refiero a la ortorexia, un término que se utiliza para referirse a la gente que sufre un trastorno alimenticio relacionado con una excesiva preocupación por estar sano. Es un problema que incluso puede causar la muerte. Por supuesto, se trata de algo medianamente nuevo, hay un debate sobre el tema y existen distintas opiniones y enfoques al respecto. El médico que acuñó el término en 1997 se llama Steven Bratman, y viene del griego orthos, "correcto", y orexis, "apetito" (apetito correcto, tiene guasa que se llame así a una enfermedad). El tema va de obsesionarse con la salud, centrándose en la alimentación, comiendo solamente productos biológicos, sin grasas, sin conservantes... y evitando estrictamente aquello que considera perjudicial o tóxico para su organismo. Y lo que en un principio es algo bueno para sí como es cuidar del cuerpo, se convierte en una enfermedad psicológica similar a la anorexia ya que comparten el ansia por conseguir un ideal (de hecho, la ortorexia en muchos casos acaba provocando las mismas complicaciones que la anorexia, ya sabéis, anemia, disfunción de órganos internos, debilidad crónica...). Socialmente el afectado se aísla, rechazando la comida que otros cocinan, no comiendo nunca fuera de casa, ayunando si no hay una alternativa de la que fiarse... Y lo peor es que se trata de gente que se informa mucho sobre nutrición y sobre las consecuencias de los horrorosos hábitos alimenticios que mantiene la mayoría de la población de los países desarrollados, con lo que es difícil "dar marcha atrás" porque no les falta razón en muchas cosas...

Supongo que el problema reside en la interpretación de la información que se obtiene y la debilidad emocional o psicológica de cada uno. Se puede ser muy "purista" en estos temas y no tiene por qué suponer un problema para la salud, no tiene por qué afectarte socialmente y se puede tener suficiente control como para afrontar las situaciones en las que no hay "opción sana" sin tener un sentimiento de culpa por ello. Además de conocer qué es lo que conviene hacer para evitar futuras enfermedades, también hay que conocer las maneras que tiene el organismo de librarse de aquello que le perjudica, no olvidemos que nuestro cuerpo además de asimilar tóxinas, tiene mecanismos para deshacerse de ellas, tales como el sudor, la orina, las heces, el vómito... Así que en este aspecto se puede estar más tranquilo y darle una oportunidad a nuestra naturaleza. Esto no significa que podamos tener una vida llena de excesos sin preocupaciones, dar una oportunidad a nuestra naturaleza significa precisamente que hay que propiciar la situación para ello, ojo, que nadie ahora me diga "aaaayyy, yo estoy muy tranquilo comiendo embutidos sin parar sentado en mi sillón y bebiendo cerveza, PORQUE MI CUERPO ES CAPAZ DE AFRONTARLO, qué sanote que estoy". Ni lo uno ni lo otro...

Un poquito de guerra dentro de ti mismo es saludable


¿Cuál es su esperanza?

Que la neurona fluya, que no se reseque, que no se fanatice. La esperanza es que algo de lo que yo sueñe se cumpla. Y lo que sueño es una idea de la dignidad, de la decencia, cumplir unos ciertos ideales. Que la política no se dedique a privatizarlo todo. Declarar patrimonio de la humanidad la asesinada costa española, que fue hermosísima. Eso tiene que ver con la esperanza y el futuro. Yo no me imagino una esperanza acementada.



Otra esperanza suya es seguir sabiendo. ¿Para qué?

Para entender. Idea significaba "lo que se ve con los ojos". Las ideas no eran unas cosas flotantes que se habían inventado unos seres extraños que se llaman filósofos. Idea es lo que se ve. Ver con los ojos, pero con los ojos del cuerpo. Entonces, entender, aprender, es una forma de mirar, y eso es la esencia de la vida. En el momento en que no sepamos mirar, aprender, que no tengamos el alma navegable, como decía el poeta, para que nos circule esa experiencia del mundo, no tiene sentido la vida humana.


Entender, menuda tarea.

Todos los seres humanos tendrían que entender; nos eleva sobre la miseria moral. Ése es uno de los retos de la humanidad, acabar con la miseria. ¿Cómo tener esperanza en este mundo desesperanzante? Con la libertad. Pero la libertad hay que entenderla muy bien. La libertad es la posibilidad, una puerta, un horizonte, un paisaje. Entender, entender todo esto, da mucha marcha. No sé si soy optimista, pero desde luego no soy pesimista. Creo que la característica del fascista es el pesimismo. El desprecio al otro, la ignorancia del otro.

Entrevista completa a Emilio Lledó aquí

martes, 13 de noviembre de 2007

Lo mío no se toca

(El dibujante de la ilustración, se llama Gabriel)

Bueno, últimamente leo más los periódicos, de camino al trabajo y por internet, que os parecerá una tontería, pero hace un año no tenía yo esa costumbre y era una espinita clavada, que me ponía delante de una noticia sobre política y no cogía una... (tengo que decir que la espinita no se ha ido, los periódicos oficiales siguen el dictado de los intereses de las grandes compañías que los sustentan, y tampoco son una fuente que digamos... fiables del todo... no hay más que pararte a pensar en los titulares y en la manera de enfocar las noticias). El caso es que he decidido escribir un post a raíz del "culebrón venezolano" que nos ha tenido entretenidos desde el sábado, la discusión de Zapatero y Hugo Chávez con pataleta por parte del rey de España, para tratar un tema que ayer mantuvimos M y yo en una conversación: "lo mío no se toca".

Bueno, pues resulta que la intervención de nuestro excelentísimo monarca, es apoyada por la mayoría de los españoles, o al menos eso dicen los medios de comunicación. Todos nos pusimos "muy contentos", por lo visto, con el "¿por qué no te callas?" que le soltó a Hugo Chávez mientras éste arremetía contra Aznar (que quizás no venía a cuento, porque todo se ha centrado en esos minutos tensos y allí se estaba hablando de otra cosa). Pero como Chávez comenzó a criticar al ex-presidente español, saltaron las chispas y los representantes españoles salieron a defender lo suyo. El motivo que dio Zapatero, era que Aznar había sido elegido democráticamente por los españoles (que Hugo Chávez también lo ha sido por lo venezolanos, y Hitler también), y por tanto, merece respeto, y elaboró un discursito en un momento sobre la democracia que acabó en aplausos del personal (que no hubo lágrimas de emoción porque no tenían música de fondo, que eso hace mucho. Felicidades, ya has ganado las elecciones y defendiendo a Aznar, qué curioso), la cosa seguía, y como se empezó a hablar de las empresas españolas de mala manera el rey se levanto indignado y se fue. Y con este gesto es con lo que quiero quedarme.

Dejemos a un lado el episodio político.

Este desplante en plan "no voy a aguantar que te metas con lo mío" es muy usado en muchos contextos. Yo diría que nos pasa a la mayoría. Es una reacción que se suele tener cuando alguien ataca algo que haces, ya sea de manera justificada o no. Normalmente, cuando se tienen motivos sinceros y pensados para tener una opinión, o para actuar de cierta manera, tienes seguridad y calma para poder argumentar tu posición, pero si existe una pequeña duda o simplemente haces algo por inercia, porque otros lo hacen, porque siempre ha sido así o por que no lo habías analizado antes, el momento en el que te cuestionan sueler ser tenso, y la parte "atacada" se enfada, se va, deja de hablar o entra en una diarrea de autojustificaciones absurdas. Es una manera que tenemos de defendernos y a la vez una manera de no cambiar algo en nuestra vida. A mí me ha pasado muchas veces con M, hasta el punto de tener que decirme "mira, no te voy a hablar de esto porque acabamos en el terreno personal". Y es una pena, porque acabas cerrando puertas a nuevas ideas, que no tienen por que ser acogidas, pero es que ya de entrada, ni son analizadas de verdad.

Es difícil hacer un esfuerzo para intentar verlo de otra manera porque "jode" mucho (con perdón) sentir que alguien te cuestiona.

Y este cierre de puertas, este muro y esta pataleta que nos nos lleva a ningún otro lado que a un conflicto, es aplicable a muchas situaciones entre muchos tipos de personas, cuando una de ellas plantea algo que pone en duda la integridad moral del otro, sus gustos, su trabajo, su círculo social, su familia... o en el caso de la cumbre, su país.

viernes, 9 de noviembre de 2007

Frío, lana, ovejas...

Llega el frío y todos empezamos a sacar las prendas de abrigo. El cuero y la lana cada vez se ven más por la calle. Son los materiales más buscados en esta época, por su calidad, suavidad y resistencia al frío, por ser más "naturales" (emmmmm...) y más bonitos.

Normalmente cuando alguien se entera de que soy vegana y que no utilizo prendas de origen animal, suele entender bien lo que de rechace comprar cuero o pieles, pero el tema de la lana cuesta un poco más verlo, ya que "las ovejas no mueren". Y es verdad que no mueren, no mueren mientras tengan lana de buena calidad y les den dinero a su dueño, cuando una deje de ser rentable no van a llevarla a la residencia feliz de ovejas jubiladas ni mucho menos. La raíz de todo es la misma, la propiedad (estos animales puedo comprarlos y hacer con ellos lo que yo quiera para mi beneficio... la verdad es que los humanos con su inteligencia encontraron un filón en esto de domesticar animales, criarlos y manejarlos a su antojo). No quiero extenderme en dar mi opinión sobre por qué me parece algo injusto, ni tampoco escribir sobre los traumas, enfermedades ni martirios que pasan las ovejas destinadas a donar lana, aunque sé que es lo más efectivo para la gente "sensible". Solo quiero dejar claro un punto en el que todos estaremos de acuerdo, "hay animales que son considerados objetos, y como tales, se utilizan para obtener beneficios", supongo que nadie puede negar ésto. Os dejo dos vídeos de unos hombres esquilando ovejas, nada sensacionalistas, una esquila de ovejas normal, donde se puede apreciar bien lo que decía antes de los animales-objeto.





Como a la mayoría le da igual que esto ocurra, aunque sean capaces de entender cómo siente un animal y cuales son sus intereses básicos, qué significa la palabra propiedad aplicada a un individuo y qué consecuencias tiene para éste, se siguen comprando prendas de lana cada año y por lo tanto se siguen vendiendo, criando y matando animales para cubrir esa demanda.

La buena noticia es que hay otros tejidos para vestirnos y que no es nada difícil encontrarlos. Hace poco he aprendido a hacer ganchillo (estoy hecha una mocita, como diría mi abuelo) y en las tiendas de lanas no hay ningún problema, ninguna cara rara ni nada "...Sí, en esas dos estanterías... coge lo que quieras...". En fin, que hay de todo, fibras vegetales y sintéticas. Lo mismo pasa al comprar un jersey, todo tiene una etiqueta que indica de qué material está hecho. Así que no será por falta de opciones... ¿será por falta de ganas?

jueves, 1 de noviembre de 2007

"Proyecto S"

El "proyecto S" lleva pululando en mi cabeza unos meses, y aunque no esté definido del todo, la semana que viene empieza (qué emoción...).

"S" es un amigo que se hizo vegetariano hace casi un año (es casi vegano, a veces come queso por ahí por falta de opciones veganas). Es un vegetariano perezoso, aunque tiene claro el por qué rechazar los productos que conllevan la explotación, experimentación y matanza de animales , la parte nutricional la ha dejado siempre más apartada. Así que se ha estado apañando con "lo primero que pillara" para matar el hambre y ha adelgazado mucho, mucho (mide 1,85 y pesa 56 kilos, aunque siempre ha sido delgado, quiere recuperar 14 para estar como antes). La cosa es que nos vamos a poner manos a la obra para ponerle las pilas, coma bien y engorde. Yo estoy muy entusiasmada con "el proyecto" y me alegro de poder echarle una mano. ¿Cómo se engorda con una dieta vegana?

Ah, una cosa, no es que esté enfermo y no asimile lo que come, se encuentra bien, es que directamente come poco y mal, así que me siento preparada para aconsejarle, si vemos que en unos meses no ha engordado nada, de cabeza al médico. Aprender a cocinar siempre le va a venir estupendamente.

Esto es lo que he pensado:

1. Alimentación, la base. Le ayudaré a que haga una dieta completa, empezando con un desayuno potente y variado (zumos naturales, leche vegetal, tostadas, cereales, fruta...combinado varias de estas cosas cada mañana). Para la comida central aprenderemos (o él aprenderá) a cocinar en casa platos fáciles para llevarse al trabajo, haciendo hincapié en las legumbres y cereales (guisitos y ensaladas de lentejas, garbanzos, avena, quinoa, azukis, amaranto, mijo...) combinadas con verduras. Para la cena algo más suave, verduras, cereales... sin olvidarnos las semillas (las básicas serían sésamo, lino, calabaza y girasol)

Hacer 5 comidas. Entre el desayuno y la comida, comer por ejemplo frutos secos en el curro (lo de los frutos secos a diario, verás cuando te traiga dátiles gigantes... qué ricos), sandwiches de tofu con tomate, de paté vegetal, batidos... y también en la merienda!

Incluiremos algas en la dieta, yo estoy aprendiendo a cocinar con algas (todo un descubrimiento, oye), ya me he hecho varios platos, son muy ricas en fibra, proteínas y minerales, además de estar buenísimas. También los germinados.

Y bueno, todo esto poco a poco, a su ritmo, es importante que no lo tome como "una dieta de engorde", sino como unas pautas para comer bien siempre y no lo deje con el tiempo, y que vaya conociendo y experimentando él mismo con los diferentes alimentos, que conozca sus propiedades, para saber elegir lo que quiere y debe tomar según le convenga. Lo que dije al principio, ésta es la base.

2. Suplementos. Yo trabajo en una tienda de productos de suplementación y alimentación natural (otro día me extiendo), así que conozco varias cosas que le vendrían bien para "darse un empujón". Con el tiempo esto no hará falta, pero de momento le van a ayudar mucho. Dos cosillas básicas:

- Comprimidos de spirulina (le elijo la marca más buenecilla). La spirulina es un alga de agua dulce con muchísimos nutrientes, un bombazo. Es como un multivitamínico muy completo que da mucha energía. Le viene muy bien, porque no es muy activo y enseguida se cansa. La tomaría durante o justo después del desayuno o la comida, ya que al ser tan rica nutricionalmente sacia mucho y si la toma antes le puede quitar el apetito.

- Batidos de proteína (vegetal). Quizás solo un vaso al día al principio, para luego subirlo a dos. También llena mucho y quita el hambre porque es muy potente, así que lo tomaría de postre o a una hora que no le quite el apetito para la siguiente comida. Los toman mucho los deportistas para aumentar la masa muscular (y también gente que quiere adelgazar y lo sustituye por una comida, una cosa horrible, creo yo). Hay de varios sabores para que no se aburra.

3. Descanso. Duerme muy poco, me lo dice muchas veces. Este tercer punto es básico S, si no tienes tiempo de echar una siesta, asegúrate de dormir bien por las noches, ¡no te quedes viendo la tele o chateando! que a la mañana siguiente hay que levantarse para trabajar... Con lo que a ti te gusta dormir. Hay que aprender a respetar las horas de sueño para que nuestro cuerpo esté cargado de energía durante el día.

A ver qué os parece el proyecto. Ya os iré actualizando cómo nos vamos apañando...

--Bueno S, aunque te parezca mucha tela, no es para tanto, así todo junto puede asustar pero es solo fachada. Tienes al lado del curro un supermercado de productos biológicos (que ya frecuentabas) que te viene genial para hacer la comprita, y ya conoces muchos de estos alimentos y te gustan. Verás como poco a poco te haces con el tema y te vas notado resultados, si tienes que ver Ratatouille para inspirarte 10 veces, ¡hazlo! jajajaja. Además me tienes a mí para las dudas que te puedan surgir a la hora de cocinar o cualquier otra cosa, que sabes que no paro de investigar. En unos días te paso las recetas y eso, a engordar se ha dicho--