Por la noche, me puse a ojear un libro que tengo de Miquel Pros, licenciado en medicina y cirugía en la Universidad de Barcelona y especializado en medicina natural en Alemania. El libro está bien, por si alguien lo quiere conseguir, se llama "Manual de medicina natural" de la editorial Temas de Hoy, colección Vivir Mejor, y bueno, explica las distintas aplicaciones de la naturopatía y algunas medidas a tomar para enfermedades leves, por supuesto, no se trata de un libro para "curarse en casa", pero durante una enfermedad se pueden seguir muchos consejos y saber como funciona nuestro cuerpo para poder superarla. Todo lo que escribiré hoy, lo he extraído de este libro (quizás haga una segunda parte de la fiebre cuando me toque estudiarla, más completita)
Al lío, la fiebre.
Antes de nada, aclarar que la fiebre no es una enfermedad en sí, sino un síntoma de que algo no funciona en nuestro cuerpo y una manera que tiene nuestro organismo para superar una enfermedad, activando diversos mecanismos inmunitarios de defensa. Esto supongo que lo sabemos todos, pero generalmente, cuando aparece fiebre siempre nos alarmamos y tratamos de que ésta se acabe, administrando antipiréticos y anulando así la capacidad natural de nuestro sistema inmunológico para defenderse. No hay que tenerle miedo a un episodio febril corto y normal, pero hay que estar alerta si la temperatura se eleva demasiado (a partir de 40,5º empieza a ser MUY peligrosa, no dejar nunca que se acerque a ese punto), y si dura más de lo normal (lo normal son unas 24 horas).
La fiebre hace aumentar nuestra temperatura corporal, pero presenta manifestaciones muy diversas, dependiendo de la sensibilidad del paciente y de la enfermedad a la que esté asociada. Este aumento de temperatura suele ir acompañado de dolor muscular, dolores de cabeza, sopor, malestar general...
Ante una fiebre debemos aplicar distintos cuidados que nos ayudarán a aliviarla y a controlarla, sin olvidar que hay que tratar la enfermedad causante de esa fiebre. Tengo en la memoria una fiebre muy alta que tuvo mi hermano Dani de pequeño porque estando de campamento, una garrapata se instaló en su cabeza, el médico la vio de milagro, porque mi madre le notó algo en la cabeza y al finalizar la consulta se lo comentó. Ya podrían haber estado controlando la fiebre días y días, que hasta que no dieran con la garrapata no encontrarían la solución.
Bueno, os dejo algunas medidas que ayudarán a nuestro cuerpo a hacer más llevadera la fiebre.
1. Reposo en cama (esto lo sabe todo el mundo). Durante la fiebre nuestro ritmo metabólico aumenta, no es aconsejable realizar actividades física ni mentales que lo sobrecarguen.
2. Dieta líquida. La dieta de un paciente en estado febril debe estar basada en alimentos líquidos, como caldos, zumos o licuados de frutas, infusiones, agua mineral... El sistema digestivo requiere mucha energía, así que lo mejor es reservarla para el proceso curativo. Conforme se vaya mejorando, se van introduciendo de manera progresiva alimentos cada vez más sólidos. Una buena infusión para tomar durante la fiebre llevaría a partes iguales, cola de caballo, flor de sauco y flor de tilo, ya que son plantas medicinales diuréticas y sudoríficas que eliminarían toxinas.
3. Intestino limpio. Al igual que se mantendría llevar una dieta líquida para no forzar el sistema digestivo, se recomiendan lavativas o enemas durante el estado febril para mantener los intestinos limpios, el médico o naturópata que trate la enfermedad causante de la fiebre puede enseñar al paciente a hacerlo en su casa.
4. Hidroterapia. En este caso, compresas mojadas. El agua es un gran conductor del calor y del frío por eso viene muy bien en este caso. En realidad, las compresas frías son un antipirético natural y menos agresivo, que nos ayudarán a tolerar y a controlar mejor el estado febril. En casos de fiebre leve, mojar una compresa en agua fría, escurrir y ponerla en la frente hasta que se caliente antes de repetir la operación. En casos de fiebre un poco más alta, aplicar un paño más grande (mojado y escurrido) sobre el pecho y el tórax, taparlo con otro paño de algodón o lino, y luego abrigar al paciente. Repetir dos o tres veces seguidas hasta que notemos que ya no absorbe más calor.
Y bueno, eso era todo. A cuidarse cuando estéis malitos. Y sobre todo que un médico, ya sea tradicional o un naturópata trate la enfermedad que os ha llevado a la fiebre, que no es lo mismo una fiebre por una gripe, que una fiebre por una infección de vejiga, que una por una garrapata!