Bueno chicas, este post es para vosotras.
Estoy en "esos días" que cada mes nos toca pasar desde la pubertad (que si te pones a pensarlo, tiene tela ...) y aunque estoy cansadísima del curro y lo que más me apetece es un baño de pies y un sueño profundo, me han podido las ganas de escribir sobre un inventito que descubrí hace algunos meses y que me tiene bastante satisfecha. Se trata de la copa menstrual, que aunque no es muy conocida en nuestro país, se está abriendo camino entre más mujeres y con razón, ya que ofrece muchas ventajas. Yo no paro de recomendarla porque me supuso un antes y un después, por eso creo que merece un post para darla a conocer.
La copa menstrual es una alternativa al uso de las "malditas" compresas y los tampones. Antes de nada, me gustaría manifestar mi odio profundo a las compresas, renegué de ellas casi en mi primera regla, aunque siempre he tenido en casa para usarlas en los últimos días o en casos de emergencia, por si se acababan los tampones. Me resulta bastante incómodo sentir que llevo una puesta y peor aún, saber que "no está recién puesta", tienen un plástico abajo que impide la transpiración, huelen, se pueden mover de su sitio... arrrggg, que fastidio... Aunque esto es algo personal y entiendo que hay chicas que las prefieren a ponerse un tampón. Pero yo siempre he sido muy anti-compresas y muy pro-tampones porque siempre me han hecho olvidarme del periodo, para ir a nadar, para salir de fiesta, para trabajar... no tiene ni punto de comparación.
Pero claro, tanto las compresas como los tampones tienen bastantes aspectos negativos, que pueden hacerte desear mandarlas a tomar viento. Supongo que todas sabéis que llevan sustancias químicas como blanqueantes, desodorantes, geles absorventes... que pueden dañar a corto o largo plazo la zona vaginal dependiendo de la sensibilidad de cada una. Pueden producir alergias, irritación, escozor, sequedad... los tampones pueden dejar restos de tejido en la vagina, incluso en las instrucciones te mencionan el SST (Síndrome de Shock Tóxico, con un índice muy alto en mujeres afectadas que los usan habitualmente y que puede producir la muerte). Tanto la vagina como toda la zona genital es muy sensible y si no "estás bien de defensas" es una de las primeras zonas en acarrear complicaciones. Por otro lado está el tema de que son productos de desechables, que vale, nos ahorra el trabajo que tenían nuestras abuelas de lavar sus compresas de tela y siempre usamos una nueva cada vez para sentirnos más limpias, pero planteado desde otro punto de vista esto es una "auténtica guarrada". Siempre que tiraba una compresa o un tampón a la basura se me ocurría pensar en la de mujeres que en ese momento estarían haciendo lo mismo y lo difícil que era que la cosa cambiara, hemos aceptado desde pequeñas que el uso de compresas y tampones de "usar y tirar" es lo que hay, no nos queda otra... Es más, lo normal es agradecer que esto sea así, más comodidad, "más higiene". Pero yo creo que nos vendieron la moto y mucho más barata que el daño que tanto desecho provoca en el medio ambiente. Una compresa tarda en biodegradarse entre 200 y 300 años... Y por último, el tema de la experimentación animal. Las marcas normales testan las sustancias químicas que utilizan con animales, aunque hay un listado de marcas que no lo hacen, aquí en España la marca Natracare, que además son biológicas, la pega es que aunque "se dice" que son no experimentadas no lo ponen en la cajita (si alguien se ha puesto en contacto con esta fábrica para asegurarse, que me lo avise), así que me hace desconfiar un poco...
La copa menstrual evita estas cosas. Es una copita (como una campana invertida), que se coloca dentro de la vagina como si fuera un tampón (se dobla facilmente en forma de "u" para introducirla), adaptándose perfectamente a sus paredes y recogiendo el flujo. Está hecha de silicona médica no alergénica, con lo que no produce irritaciones incluso a las mujeres sensibles a los productos de goma. Una vez colocada no se nota que la llevas puesta (al igual que los tampones, hay que cogerle el truco, es fácil). No produce malos olores y se adapta perfectamente a los movimientos, siendo ideal para hacer deporte o bañarse el mar... etc. Tiene una capacidad de 28 gr, una tercera parte del flujo menstrual aproximadamente, así que se puede tener más tiempo puesta (hasta 12 horas, aunque yo me la cambio cada 8, más o menos).
Es reutilizable y dura unos 5 años (guauu!), ahí está la gracia. Cada vez que se cambie, se debe lavar bien con agua y jabón antes de ponérsela otra vez, y cada vez que finalice el periodo, se debe hervir con agua para que quede esterilizada para la siguiente regla (como los biberones). Yo también la esterilizo la primera vez antes de cada periodo.
Esta es la parte que no le gusta a la gente, lo de lavarla y usarla otra vez. No es tan engorroso como parece, como hay tiempo de sobra, se puede encontrar un baño con lavabo (lo normal es que dé tiempo a hacerlo en casa, yo nunca lo he hecho fuera aún pero si veo que voy a necesitarlo, por precaución me llevaría una jabonera o un botecito con gel). Lo que si aconsejaría es que las primeras veces se haga en casa, para estar más tranquila y estar a tu rollo, tardes lo que tardes en aprender a ponerlo.
Yo conozco dos marcas, Mooncup (de venta en internet) y Diva Cup, que es la que yo uso y que la compré en un supermercado de productos biológicos. Son prácticamente iguales, aunque Mooncup tiene el rabito más largo para que cada una lo corte a su medida, puede que esto sea una ventaja para las que se lo colocan un poco más arriba. Pero no creo que sea una gran diferencia...
Y bueno, que no tengáis miedo al cambio, pensad en la de compresas y tampones que se ahorra y la de desechos que se evitan. Yo es que ya no pienso dejarla...