Hay que irse a vivir al campo

No quiero alargarme escribiendo este post porque no terminaría nunca... además es que me veo incapaz de hablar de todos los temas en los que he estado pensando estos días, cada uno merecedor de un texto (la naturaleza, el odioso turismo, los animales de granjas tradicionales, la alternativa a vivir en una gran urbe, la ocupación de casas abandonadas, el veganismo y los alimentos locales... y un sinfín de "etcéteras") Pero al menos las imágenes de mi visita a mi amigo M en Alp sí quiero colgarlas, que me pasé todo el fin de semana en plan: "ohhh, esta foto para el blog, ésta también..." y puede que hasta cuelgue una recetilla para inaugurar una nueva sección. Simplemente me limitaré a darle las gracias a M y a "Ai" por acogernos en su maravillosa casita y por descubrirme un lugar tan apetecible no solo para un fin de semana, sino para vivir. Espero poder montármelo tan bien algún día, pero de momento me toca un tiempecillo más en la ciudad...

CRÓNICAS ALPENSES

Vista desde una de las ventanas. Todas tienen vistas similares, tuvimos suerte de que hacía un sol tremendo para pasear por allí. En invierno todo se queda nevado y la vida en el exterior desaparece, brasero, sopita caliente y a esperar la primavera.



En el salón.



Desayuno: arepas con chocolate, próxima receta cedida por nuestra acompañante colombiana



Cogiendo manzanas del patio de una casa abandonada. Hacía mucho que no me comía una fruta recién cogida del árbol!!!



Comida en el campo. Gracias a los cocineros y a M por la materia prima. Detrás nuestra había un riachuelo donde no paraba de correr el agua ¿qué más podíamos pedir?



Uno de los tantos bichitos con los que hay que convivir a diario



Cogiendo champiñones, con las setas no nos atrevimos... asignatura pendiente.

Frutos del castaño de indias, estaba el suelo lleno y se nos caían a la cabeza... Ojo, no son comestibles, de hecho son tóxicas, pero tienen sustancias utilizadas en naturopatía para mejorar la circulación. Se diferencian entre otras cosas por ser más redondas y no tener rabito. Tengo una bolsa en casa cogida antes de buscar información sobre ellas...

En las afueras del pueblo. Lo que yo tengo en la mano son moras, aún demasiado duras para comerlas, qué pena... Los picos del fondo son de una casa-castillo-palacio que hay allí. Como el alquiler sea baratito, allá que me voy!

Al volver a Barcelona me asaltó una gran tristeza ¿Es en una ciudad donde voy a vivir siempre? Pues ahora porque me gusta mi trabajo y estoy estudiando, que si no me buscaba la vida en un sitio así, como M y Ai (os odio desde lo más profundo de mi corazón).