viernes, 9 de noviembre de 2007

Frío, lana, ovejas...

Llega el frío y todos empezamos a sacar las prendas de abrigo. El cuero y la lana cada vez se ven más por la calle. Son los materiales más buscados en esta época, por su calidad, suavidad y resistencia al frío, por ser más "naturales" (emmmmm...) y más bonitos.

Normalmente cuando alguien se entera de que soy vegana y que no utilizo prendas de origen animal, suele entender bien lo que de rechace comprar cuero o pieles, pero el tema de la lana cuesta un poco más verlo, ya que "las ovejas no mueren". Y es verdad que no mueren, no mueren mientras tengan lana de buena calidad y les den dinero a su dueño, cuando una deje de ser rentable no van a llevarla a la residencia feliz de ovejas jubiladas ni mucho menos. La raíz de todo es la misma, la propiedad (estos animales puedo comprarlos y hacer con ellos lo que yo quiera para mi beneficio... la verdad es que los humanos con su inteligencia encontraron un filón en esto de domesticar animales, criarlos y manejarlos a su antojo). No quiero extenderme en dar mi opinión sobre por qué me parece algo injusto, ni tampoco escribir sobre los traumas, enfermedades ni martirios que pasan las ovejas destinadas a donar lana, aunque sé que es lo más efectivo para la gente "sensible". Solo quiero dejar claro un punto en el que todos estaremos de acuerdo, "hay animales que son considerados objetos, y como tales, se utilizan para obtener beneficios", supongo que nadie puede negar ésto. Os dejo dos vídeos de unos hombres esquilando ovejas, nada sensacionalistas, una esquila de ovejas normal, donde se puede apreciar bien lo que decía antes de los animales-objeto.





Como a la mayoría le da igual que esto ocurra, aunque sean capaces de entender cómo siente un animal y cuales son sus intereses básicos, qué significa la palabra propiedad aplicada a un individuo y qué consecuencias tiene para éste, se siguen comprando prendas de lana cada año y por lo tanto se siguen vendiendo, criando y matando animales para cubrir esa demanda.

La buena noticia es que hay otros tejidos para vestirnos y que no es nada difícil encontrarlos. Hace poco he aprendido a hacer ganchillo (estoy hecha una mocita, como diría mi abuelo) y en las tiendas de lanas no hay ningún problema, ninguna cara rara ni nada "...Sí, en esas dos estanterías... coge lo que quieras...". En fin, que hay de todo, fibras vegetales y sintéticas. Lo mismo pasa al comprar un jersey, todo tiene una etiqueta que indica de qué material está hecho. Así que no será por falta de opciones... ¿será por falta de ganas?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

"Ay qué chulo este jersey... ay, es de lana... bueno, me da igual."

Por eso es.

Aurelia La Xata dijo...

ayy que con que brutalidad tratan a las ovejas joder... podría aceptar la lana de las ovejas antes durante y después a estas se les proporciona una calidad de vida. Evidentemente esto no les compensa, pero a mi tampoco me compensa saber como ha llegado esa lana natural a un jersey o a un abrigo.